Los cuervos están de luto (película)

Don Lacho (José Luis Jiménez), un anciano rico pero avaro, está a punto de morir.

Sus tres hijos, pero sobre todo su nuera, Piedad (Silvia Pinal), están esperando ansiosamente su muerte para recibir la herencia.

Las cosas se complican con la llegada de su tercer hijo con su esposa Mariana (Lilia Prado).

Sin embargo, se da pie a pensar que en realidad es Enrique el hijo ilegítimo y que ese acto ha sido una exitosa argucia para sacar provecho al quedarse, de manera inmediata, con el dinero de la herencia disponible en ese momento y dejar que sus hermanos peleen, a más largo plazo, por las tierras de la herencia.

Cuando Ramón Rubín descubrió que la trama de la obra teatral era similar a su cuento, interpuso una demanda por plagio y ganó el pleito.