Derby, en nórdico antiguo Djúra-bý, fue iniciado por los daneses en 877, y no estuvo bajo amenaza de los anglosajones hasta 913 cuando Lady Ethelfleda de Mercia lanzó una campaña militar hacia el interior del territorio danés y estableció un burh en la cercana Tamworth.
En aquel momento, el gobernador vikingo local probablemente uniendo fuerzas con ejércitos de Northampton y Leicester por su parte mandaba hacer incursiones para atacar Mercia.
Este acontecimiento obligó a Ethelfleda trasladar sus ejércitos hasta los límites del territorio ocupado en las cercanías de Leicester en 914 y construir un burh en Warwick.
El rey Burgred y sus aliados sajones de Wessex iniciaron el asedio durante un corto periodo, pero finalizando con una paz que permitió a los vikingos retirarse no sin presentar alguna que otra seria y esporádica batalla en 869.
Eduardo construyó un segundo burh en la orilla opuesta del río Trent en 920 para más adelante fortificar el área de los ataques daneses.
El primer registro sobre la invasión escandinava de Northampton en 913, daban inicialmente una amplia victoria a los vikingos.
No obstante, en una segunda vuelta fueron derrotados por fuerzas mercias locales cerca de Luton, perdiendo caballos y armas.
El jarl Thurferth siguió como gobernador títere, hecho contrastado en cuatro cartas del rey Athelstan fechadas entre 930 y 934.
Eduardo regresó en 915 a la fortaleza, y en esta ocasión tomando personalmente el control construyendo un segundo burh en el banco sur del río Ouse.
Bedford fue incorporado posteriormente al condado de East Anglia a principios del siglo X.
Desde allí, el ejército unificado intentó recuperar el burh de Bedford, pero fueron severamente derrotados y dispersados por la guarnición anglosajona.
[1] No duró mucho la restauración ya que el rey Edmundo recuperó los cinco burgos un año más tarde.