Sin embargo, tras apelar personalmente al rey, en 1836 logró ser readmitido en el ejército con su rango anterior, y pasó a comandar el 11.º de Húsares, a pesar de la opinión contraria del Comandante en Jefe, Lord Hill, quien afirmaba que Lord Cardigan era "constitucionalmente no apto para mandar un regimiento".
Louis Nolan, que se había sumado a la carga, falleció durante la misma y fue culpado posteriormente por Lord Cardigan de haber transmitido las órdenes de forma incorrecta.
Tras algunos tanteos legales preliminares, Cardigan presentó una querella criminal por difamación en 1863, pero fue desestimada; aunque el King's Bench dejó bien claro en su sentencia que solamente estaba en duda su competencia, no su valor.
[3][4] Una valoración menos airada es que Cardigan, habiendo alcanzado y sobrepasado la batería enemiga, giró grupas y cabalgó hacia sus propias líneas, encontrándose por el camino con la segunda y tercera oleadas de caballería al asalto que aún no habían alcanzado el objetivo, retrasadas por la tormenta de fuego.
El testimonio de los oficiales y hombres integrados en esas oleadas sería el que dio pie a las alegaciones sobre cobardía.