[2] La reserva presenta una rica cobertura vegetal donde se destacan los cipreses de la cordillera (Austrocedrus chilensis), especie poco frecuente en otras áreas naturales protegidas, que alternan con coihues (Nothofagus dombeyi) y algunos ejemplares de alerces patagónicos (Fitzroya cupressoides).
[3] El ecosistema boscoso también incluye algunos ejemplares de lenga (Nothofagus pumilio), maitén (Maytenus boaria), radal (Lomatia hirsuta), ñire (Nothofagus antarctica), tineo (Weinmannia trichosperma), canelo (Drimys winteri), huan-haun (Laurelia philippiana) y caña colihue (Chusquea culeou), con la presencia aislada y escasa de algunos robles o pellines (Nothofagus obliqua) y arrayanes (Myrceugenella apiculata).
Entre las diversas especies se han registrado en las cercanías del río Azul ejemplares de bandurria austral (Theristicus melanopis), garza bruja (Nycticorax nycticorax), jote cabeza negra (Coragyps atratus), pato de los torrentes (Merganetta armata), chimango (Milvago chimango), carancho (Caracara plancus), codorniz californiana (Callipepla californica), tero común (Vanellus chilensis), martín pescador grande (Megaceryle torquata) y carpintero gigante (Campephilus magellanicus).
[6] La conservación de la reserva se ve amenazada por algunos factores entre los que el más grave es la destrucción producida por el fuego.
En el año 2020 se produjo una nueva ocupación, que pudo ser desactivada, aunque el daño producido por la corta de especies autóctonas aún no ha sido recuperada.