Muchos investigadores identifican esta colección con la hipotética Fuente Q, postulada para explicar las muchas similitudes entre el Evangelio de Mateo y el Evangelio de Lucas y no presentes en el presumiblemente anterior Evangelio de Marcos («doble tradición»).
[3] En el cristianismo se comenzó a utilizar para designar ciertas sentencias breves atribuidas a Jesús de Nazaret, diferenciándolas de pasajes más amplios.
Escrito en la primera mitad del siglo III, el Oxyrhynchus Papyrus 1 contiene una colección de dichos de Jesús, cada uno encabezado por "Jesús dice:" (en griego antiguo: λέγει Ἰησοῦς [léguei Iēsoũs]).
La controversia se centró en si los dos fragmentos formaban parte de la misma obra, qué podría unirlos y si la restauración de algunas lagunas en los textos fue correcta (Bell y Skeat, 1935).
El Evangelio de Tomás contiene dichos atribuidos a Jesús, algunos de ellos, incluidos en los evangelios canónicos, pero muchos otros no se encuentran en ninguna otra parte.