En este caso se trata de la llegada del embajador francés Jacques-Vincent Languet a Venecia, que tuvo lugar en 1726.
Aunque se representa con lujo y esplendor, la República de Venecia ya no era la gran potencia que había sido en tiempos pasados, pero conservaba la magnificencia en las fiestas y recepciones como la aquí representada.
La iglesia con cúpula barroca que se ve en la parte izquierda del cuadro es Santa María della Salute.
A la derecha se ve la fachada del Palacio Ducal, con una representación de la Justicia en lo alto.
Las dos columnas que están en la parte central están coronadas por esculturas: en una hay un león, el símbolo de Venecia por ser el animal atributo del Evangelista San Marcos, y en la otra, san Teodoro, de quien Venecia guarda las reliquias.