La Llamada divina, Llamada unitaria, o da'wat at-tawḥīd es el período de tiempo druso que fue abierto al atardecer del jueves 30 de mayo de 1017 por califa fatimí al-Hákim bi-Amrillah y cerrado en el año 1043 por Al-Muqtana Baha'uddin, prohibiendo en adelante a cualquier otra persona convertirse a la religión drusa.
[1] Al-Hákim convenció a algunos seguidores herejes como Al-Darazi de su divinidad soteriológica y declaró oficialmente la Llamada divina después de emitir un decreto que promovía la libertad religiosa.
La ley islámica se opuso y las tradiciones drusas iniciadas durante la convocatoria continúan hoy en día, como la reunión para la lectura, la oración y la reunión social un jueves en lugar de un viernes en los khalwats en lugar de las mezquitas.
Estos mensajeros fueron enviados con las epístolas drusas y tomaron votos escritos de los creyentes, cuyas almas se cree que todavía existen en los drusos de hoy.
[8] En 1043 Al-Muqtana declaró que la secta ya no aceptaría nuevas promesas, y desde entonces se ha prohibido el proselitismo en espera del regreso de Al-Hákim el Día del Juicio para iniciar una nueva edad de oro.