Literatura modernista

Por la dificultad que este tipo de literatura entraña, especialmente en poesía, pues para muchos lectores no era posible leer y comprender textos modernistas, suele afirmarse que la poesía de comienzos del siglo XX muestra cierto carácter elitista.

El nuevo siglo trajo consigo muchos cambios e innovaciones que provocaron una transformación radical de espíritu y pensamiento, filtrándose incluso a la vida diaria.

Como se ha visto, movimientos en las artes plásticas como el Impresionismo, el Post-impresionismo, y luego el Cubismo, constituyeron asimismo fuentes de inspiración para los escritores modernistas.

Otros críticos apuntan que, en realidad, la poesía modernista había nacido antes, con la llegada de Ezra Pound a Londres, en 1908, y la subsiguiente creación del círculo imagista.

La expresión "generación perdida" se atribuye a Gertrude Stein, quien al parecer no hizo más que reproducir las palabras del dueño de un taller mecánico parisino.

Muchas teorías anteriores sobre epistemología sostenían que la realidad externa y absoluta podía imprimirse, por así decirlo, en un individuo por ejemplo, el empirismo de John Locke (1632-1704), que veía la mente comenzando como una tabula rasa', una pizarra en blanco (Ensayo sobre el entendimiento humano, 1690).

[6]​ A estos diversos pensadores les unía una desconfianza hacia el positivismo y la certidumbre victorianos.

El modernismo como movimiento literario también puede verse como una reacción a la industrialización, la urbanización y las nuevas tecnologías.

Como se ha indicado anteriormente, la poesía modernista aparece más o menos al tiempo que la revista Poetry, que publica a la mayoría de los poetas de esta época y presta una especial atención a los más renovadores.

Dichas tendencias tuvieron una gran impacto y se extendieron a otros movimientos modernistas.

Poetas asociados al movimiento imagista son H.D., Richard Aldington y John Gould Fletcher, con cuyas obras se publicaron varias antologías, como Some Imagist Poets (1917).

El vorticismo se encuentra muy vinculado al Futurismo de Marinetti, y su manifestación más notoria es el diario Blast, que solo publicó dos números.

La palabra deriva del término vórtice, y trata de expresar el remolino o lugar donde nacen las emociones.

Sus integrantes trabajaban de forma independiente, así, por ejemplo, Virginia Woolf desarrolló ensayos feministas, y novelas que exploraban el mundo interior de los protagonistas mediante la técnica del monólogo interior (Stream of conciousness), como Al faro o La señora Dalloway.

Ya desde el título alude a La Odisea, con cuyo paralelismo, más o menos explícito y paródico, juega toda la obra.

También podemos reconocer a Samuel Beckett, como parte de este movimiento, siendo su trilogía Molloy, Malone muere y El Innombrable ejemplos muy representativos del modernismo, ya que son novelas netamente experimentales, con historias y tramas narradas sólo a través del monólogo interno.

Además de los citados, otros autores de la Generación perdida son: Hart Crane, e. e. cummings, John Steinbeck, John Dos Passos, Thornton Wilder, Thomas Wolfe, Gertrude Stein, Djuna Barnes, Dashiell Hammett, Raymond Chandler, Henry Miller y Ford Madox Ford.