En la mitología griega, Lisipe (Λυσίππη) es una reina de las Amazonas que instituyó numerosos preceptos y costumbres en su pueblo.
Lisipe tenía un hijo llamado Tanais, que amaba la guerra y despreciaba el amor.
Afrodita, ofendida, infundió en Tanais una pasión incestuosa por su madre, y él se quitó la vida tirándose al río.
Lisipe, atormentada por el ánima de su hijo, abandonó junto a su pueblo el río que llamarían Tanais y emigró hacia la costa del mar Negro hasta aposentarse el la desembocadura del río Termodonte, donde fundaría la gran capital de las Amazonas: Temiscira.
Los primeros estarían encargados de las tareas domésticas, por lo que eran lisiados desde pequeños; a las niñas les correspondía la gobernanza, la caza y la guerra.