La mayoría de los pacientes tienen células T colaboradoras del tipo inmunológico (CD4+).
Se caracteriza por lesiones en la piel y leptomeninges, linfadenopatía generalizada, leucemia, hepatoesplenomegalia, linfocitis sanguínea periférica.
Menos común, el tumor primariamente involucra la piel y sigue un curso más indolente, pareciendo una micosis fungoide.
Se debe notar que, además de causar malignidades linfoides, la infección por HTLV-1 puede llevar a mielitis transversa, una enfermedad desmielinizante progresiva, afectando al sistema nervioso central y la médula ósea.
La variante cutánea se manifiesta como un nódulo solitario elevado de color rojizo violáceo, o por una serie de nódulos coalescentes, en particular en cabeza y cuello.