[4] Entre estos se había ido afirmando la idea de convertir la Liga en el embrión del partido de la clase trabajadora cuya propaganda preparara a ésta para la revolución social.
[6] En un documento preparatorio aparecía claramente definida la meta de la nueva organización:[7]
Casi al mismo tiempo otro miembro de la Liga, Stephan Born, fundaba en Berlín la Fraternidad Obrera Alemana (Allgemeine Deutsche Arbeiterverbrüderung).
Como consecuencia de ello la Nueva Gaceta Renana cerró y en su último número, impreso con tinta roja, los redactores del periódico recordaron que «la última palabra será en todo lugar, y siempre, la emancipación de la clase obrera».
El pesimismo de Marx fue rechazado por otros destacados miembros de la Liga, como Schapper, Willich y Moses Hess, que seguían afirmando que la revolución aún era posible si una minoría decidida —la propia Liga— la encabezaba.
Marx abandonó sus actividades revolucionarias para dedicarse a profundizar sus conocimientos de economía política lo que lo conduciría a la publicación quince años después del primer tomo de El Capital.
[19] Las actividades organizativas continuaron dispersas hasta que fue formada la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Primera Internacional de los Trabajadores (PIT), fundada en Londres en 1864, agrupó inicialmente a los sindicalistas ingleses, anarquistas y socialistas franceses e italianos republicanos.
Sus fines eran la organización política del proletariado en Europa y el resto del mundo, así como un foro para examinar problemas en común y proponer líneas de acción.