Durante esta campaña se lanzó el tercer juego perfecto en la historia de la LMP.
En esta etapa, los equipos se enfrentan entre sí en una serie de siete juegos donde deben ganar cuatro para avanzar a las semifinales.
Estos últimos dos juegos no son necesarios si alguno de los equipos obtiene una ventaja clara en la serie sobre su rival.
De esta manera, el mejor perdedor se enfrenta como visitante al equipo mejor situado del standing en una serie, mientras que el segundo y el tercero hacen lo mismo a su vez.
En el caso del mejor perdedor, no puede enfrentarse al equipo con el que disputó la primera fase de play-offs.