Libio Severo

[5]​ A principios de la década de 460, el Imperio Romano Occidental ya no gobernaba varias provincias imperiales, ni siquiera nominalmente: Britania había sido abandonada; África había sido conquistada por los vándalos; e Hispania fue ocupada por suevos y visigodos, que eran foederati del imperio.

Incluso el emperador oriental León I el Tracio no reconoció a Libio Severo; las fuentes históricas relacionadas con la parte oriental del imperio, el Conde Marcelino y Jordanes, consideran a Libio un usurpador del trono occidental.

Probablemente, sea a este control temporal sobre la Galia por lo que se debe fechar la limitada emisión de sus monedas acuñadas en Arelate.

Incluso si Severo no fue reconocido oficialmente por León I el Tracio, no obstante, los Imperios Oriental y Occidental colaboraron, como lo demuestra el episodio de la intercesión de León I el Tracio con Marcelino y la embajada dirigida por Filarco.

Libio Severo murió el 15 de agosto del 465; algunos historiadores creen que envenenado por Ricimero,[8]​ pero la muerte por causas naturales también es posible.

En un pasaje de su Getica, Jordanes afirma que Severo gobernó sólo durante tres años.

[9]​ Según los historiadores modernos, Ricimero no tenía ninguna razón para matar a Severo, que en realidad era un títere bajo su control, a menos que fuera un obstáculo para la reconciliación de Ricimero con León I el Tracio.