Fue apodado el Matarife (Μακέλλης) o el Grande (Μέγας) por las fuentes griegas,[2] también se le conoce como el Tracio.
Con esta nueva Corte, el emperador esperó el momento y la oportunidad de librarse del poderoso valido.
En cualquier caso, la estrella de Aspar volvió a brillar una vez más, y su hijo Patricio obtuvo la mano de la segunda hija del emperador, no obstante su origen extranjero y su credo arriano, siendo elevado a césar como presunto sucesor al trono.
Mientras que el imperio de León fue bien conocido por su tecnología militar, también condujo a avances importantes en otros campos.[¿cuál?]
Sus contemporáneos resaltaron su falta de ingenio, sus pequeñas manías y su constante temor a ser destronado (completamente justificado).