La ley llevó a la expulsión de no blancos que vivían en las zonas «equivocadas».
Malan comenzó a implementar su política de apartheid, la cual tenía como objetivo segregar las razas en Sudáfrica.
La ley otorgó al gobernador general el poder para designar ciertas áreas geográficas como zonas de ocupación exclusiva para grupos raciales específicos.
[4] Una vez que un área era designada para la ocupación exclusiva de ciertos grupos raciales, la proclamación no se hacía efectiva hasta por lo menos un año después.
[4] Una vez expirado este periodo, el mantener propiedades en estas áreas se convertía en un crimen con un castigo potencial de dos años en prisión.