Ley de pases

Según la misma, todos la gente de color estaban obligadas a llevar un documento que limitaba su acceso a las zonas reservadas a los blancos, en el que constaba anotado si tenía o no permiso para movilizarse fuera de su lugar de residencia.

Así, por ejemplo, a veces las familias quedaban separadas a causa de este sistema de pases, como en el caso de una persona de color que no podía visitar a su esposa que trabajaba en una zona blanca (generalmente como criada) porque los pases de visita solo se concedían a los trabajadores de esa zona.

La policía podía detenerles en cualquier sitio y exigirles el pase.

El no llevarlo era un delito, por el cual se le arrestaba, juzgaba y condenaba a prisión.

A lo que le siguió en 1960 la manifestación de Sharpeville, como parte de una campaña de desobediencia civil que pretendía obligar al gobierno a cambiar la ley.

Nelson Mandela quemando el pase que todos los sudafricanos negros debían llevar bajo el régimen del apartheid