Letra bastarda (caligrafía)

[2]​ El primero que escribió en un tratado esta variedad, aún sin acabar de evolucionar, fue Giovanni Francesco Cresci, que versionaba las bellísimas cancillerescas de Arrighi, Tagliente y Palatino.

Baste decir que la letra cancellaresca que se usaba ya en Italia mucho tiempo antes de la invención de la imprenta, no adquirió generalmente su rotundidad e inclinación hasta fines del siglo XV,2 en que habiendo conocido sus ventajas se adoptó, digámoslo así, en toda Europa para la prensa y la pluma.

La prueba de esa verdad se advierte en las impresiones anteriores al siglo XVI, cuyos caracteres no son más que monacales o góticos o alemanes, como impropiamente llama el Padre Terreros, y no cancellarescos o itálicos, que son sumamente diversos.

Tanto el haber dado mayor curvatura a la letra angulosa llamada cancellaresca, cuanto el haber mudado este nombre en el de bastarda, con el que se conoce en la Europa hasta el día, se debe entre los italianos a Fr.

Nota: en las citas hemos respetado la grafía original, actualizando las tildes a la ortografía usual, desplegando las abreviaturas («con» por «cō»), y reemplazando las «s largas» por la «s» corriente («presteza» por «preſteza»).

Bastarda de Francisco Lucas en la edición de Juan de la Cuesta, Madrid 1608, lámina 7, hoja 32 recto.
Muestra de Bastarda de Pedro Díaz Morante .
Plancha número 11, Arte de Escribir (1776), de Francisco Javier de Santiago Palomares, grabada por Francisco Asensio y Mejorada .