El resultado es un achatamiento del aspecto posteromedial de la cabeza humeral.
[4] Su presencia, por lo tanto, puede ser utilizada como marcador de que ha existido una dislocación aun cuando el húmero haya vuelto a su posición original.
Una radiografía posteroanterior con el brazo en rotación interna ofrece una buena visión del defecto, mientras que visiones axilares con el brazo en rotación externa tienden a ocultarlo.
Solo se indica la reparación de la fractura cuando está implicada en una inestabilidad significativa del hombro.
Existen diferentes métodos quirúrgicos, aunque el más simple y efectivo es imbricar ligeramente la cápsula, limitando por tanto la rotación externa.