[2] Hélène y Jean se han prometido su amor, pero no están comprometidos para casarse.
Su relación amorosa les permite tener aventuras con otras personas, pero han prometido ponerse el uno al otro por encima de todo lo demás.
Ella oculta su sorpresa y consternación cuando él la acepta con entusiasmo como sólo una amiga en lugar de una amante.
Ella le asegura que Agnès y su madre son de origen "impecable".
Agnès sospecha que están siendo manipulados por Hélène, pero se siente impotente para escapar de la trampa.
Inmediatamente después de la ceremonia, Hélène le insinúa a Jean que algo anda mal.
Jean, lleno de vergüenza, desconcierto y rabia, se marcha dejando a su nueva esposa todavía inconsciente.
Ella empezó entrecerrando los ojos y haciendo muecas para lograr que se corrieran, pero Bresson no estaba satisfecha.
[3] Casarès guardaba muy malos recuerdos del rodaje, como testificaría más tarde: «No acabaría nunca si tuviera que contar la historia de esta película, desde el principio del rodaje, cuando Lucienne Bogaert y yo bebíamos coñac tras coñac para responder a los deseos y las órdenes de Robert Bresson.
No quiero hablar de ella y lamento haber permitido que se proyectara en televisión".