Leonor Pimentel y Zúñiga

[2]​ Paralelamente, las circunstancias hicieron que los Zúñiga actuaran en calidad de intermediarios para una paz en el Reino.Este hecho los acercó también al rey Enrique IV, aunque sin abandonar la causa alfonsina.No lo consiguió, pero Enrique IV la mantuvo por interlocutora válida e incluso pasó temporadas, desde 1467, en tierras de Plasencia.[3]​ Fundó el monasterio de San Vicente Ferrer en Plasencia y realizó numerosas obras pías.Su testamento refleja su deseo de ser enterrada en dicho monasterio y su dedicación a la Iglesia.