Entre los intelectuales con los que se relacionó Ginzburg figuran personalidades como Norberto Bobbio, Piero Gobetti, Cesare Pavese, Giulio Einaudi, Massimo Mila, Vittorio Foa, Giancarlo Pajetta y Felice Balbo.
Poco después, fue arrestado con catorce jóvenes judíos turineses más, acusados de complicidad en el llamado «Caso Ponte Tresa» —lugar suizo cercano a la frontera desde el que habían introducido en Italia literatura antifascista—; la sentencia fue ligera y pronto estuvo en libertad.
En 1938 se casó con Natalia Ginzburg, con la que tuvo tres hijos —entre ellos, al historiador Carlo Ginzburg—.
En 1940, los Ginzburg reciben el castigo fascista conocido como confino, un exilio interior en un pueblo remoto.
Preso en la sección alemana de la prisión Regina Coeli, murió allí tras ser torturado.