Leonardo Bruni

Hay conflictos sociales verticales entre poderosos y grupos inferiores, pero también luchas internas a nivel horizontal entre las principales familias de la ciudad.

En torno a 1400, las repúblicas urbanas engrandecidas no son ya solamente ciudades, sino que han ocupado el territorio de su entorno.

Bruni se convierte en la máxima expresión de la historia humanística florentina anterior a Maquiavelo.

Recibió una excelente formación humanística y pasó a educarse en Florencia en el círculo de Coluccio Salutati.

Como los cargos en Florencia son temporales, el canciller adquiere poder en la medida en que se convierta en un funcionario constante.

Traduce al latín a Plutarco, Jenofonte, Demóstenes, San Basilio, Homero, Platón y, sobre todo, Aristóteles.

Hay en él un modelo literario que imita a Arístides, y se produce una transformación del patriotismo en ideología.

Escribe una obra donde vierte toda su ideología: La historia del pueblo florentino, distribuida en trece libros.

La obra de Bruni se justifica cronológicamente; es una estructura narrativa a la manera, puede decirse, casi cronística.

En Bruni no cabe en demasía el concepto de fortuna, al contrario que en Maquiavelo.

En la historiografía humanista, al registrarse los acontecimientos la causalidad viene determinada por un precedente en un estricto orden sucesorio: en a, b, c, d, e, f..., f se explica teniendo en cuenta a, b, c, d, e.

El historiador humanista puede demostrar sus dotes literarias, si bien esto supone un peligro para la veracidad de los hechos narrados.

Para ello se busca al autor más apropiado en cada momento en función del tipo de historia a realizar.

Pero ello no significa la carencia de un método que exija un planteamiento con respecto a los autores clásicos.

Estructura su obra principal en libros y se acoge a modelos literarios clásicos (imitatio).

Para Cicerón, la historia es maestra de la vida; pero solo puede serlo si produce delectatio.

La historia tiene un fin útil, pues con ella se trata de enseñar algo; tiene una utilitas.

En el caso de Bruni, este historiador escribe para la mayor gloria del pueblo florentino.

Bruni hace una división tripartita de la sociedad: la nobleza feudal, a la que dedica escasa atención; la mayoría, a la que denomina multitud, compuesta por artesanos, tenderos, jornaleros, etc.; y la clase oligárquica, una oligarquía compuesta por comerciantes, banqueros y otros que han constituido linajes y participa en la vida política de la ciudad.

Bruni elabora una historia destinada a reafirmar la idea política que defiende.

En Florencia, los Medici mantenían la apariencia del sistema republicano, pero la realidad era que la ciudad estaba gobernada por una oligarquía dominante.

Toda obra de historia humanista se significa por tener además una valoración del pasado.

El mito de origen se encuentra tanto en Bruno como en otros historiadores.

Hay escasos testimonios del origen florentino, que deben indagarse en las fuentes clásicas, optándose por una fundación republicana o cesariana de la ciudad.

Ello no conlleva necesariamente una valoración negativa de todo el Medievo.

Según avanza el siglo XV, la defensa del compromiso político en relación con la historia que hace Bruni no se produce en nuevos autores.

De primo bello punico , 1471