Durante la Segunda Guerra Mundial, Palmer trabajó para el Cuartel General de Comunicaciones (siglas GC&CS), en Bletchley Park.
Su trabajo no era otro que la traducción, interpretación y distribución de mensajes del enemigo.
También investigó antiguas lenguas prehelénicas en el área del mar Egeo, así como su origen y su cronología.
A Palmer se debe una obra ampliamente traducida y reimpresa sobre la lengua latina.
Palmer jugó un papel importante en las controversias sobre la datación arqueológica de la Creta micénica, donde discrepó del historiador y arqueólogo, sir Arthur Evans, y favoreció una fecha más tardía.