Las condiciones precisas para la omisión del pronombre varían de un idioma a otro y pueden ser bastante complejas.
[cita requerida] Una característica común en muchos idiomas del norte de Europa es que la omisión de pronombres no es posible o es poco frecuente, lo cual es válido para idiomas como el inglés,[4] francés, alemán (estándar) y el emiliano,[5] entre otros.
El mecanismo por el cual los pronombres explícitos son más "útiles" en inglés que en japonés es misterioso, y hay excepciones a esta observación, pero aun así parece tener una validez descriptiva considerable.
[13] En los idiomas pro-drop con una morfología verbal altamente flexiva, se considera innecesaria la expresión del pronombre sujeto debido a que la flexión verbal indica la persona y el número del sujeto, por lo tanto, se puede inferir el referente del sujeto elíptico a partir de la flexión gramatical en el verbo.
(En contraste, los idiomas que carecen de tema pro-drop como mecanismo aún requerirían el pronombre).
[19] Es esta naturaleza de priorizar el tema lo que permite inferir los pronombres omitidos a partir del discurso.
[20]Considérese los siguientes ejemplos del japonés:[3] この ケーキ は 美味しい。 誰 が 焼いた の? Kono keki wa oishii.
Si se proporcionaran sustantivos o pronombres, las oraciones resultantes serían gramaticalmente correctas, pero sonarían poco naturales.
Los ejemplos mencionados previamente del japonés se traducen fácilmente al mandarín: 这 块 蛋糕 很 好吃。 谁 烤 的?
El alemán coloquial y dialectal, a diferencia del idioma estándar, también son parcialmente pro-drop; por lo general, permiten la eliminación del pronombre sujeto en las oraciones principales sin inversión, pero no de otra manera.
En estos idiomas, el pronombre faltante no se infiere estrictamente de la pragmática, sino que se indica parcialmente por la morfología del verbo (Вижу, Виждам, Widzę, Vidim, etcétera).
Como tal, el pronombre a menudo se incluye en estos tiempos, especialmente al escribir.
Por lo general, los pronombres se dejan en su lugar solo cuando es necesario declinarlos, por ejemplo, me 'nosotros', meiltä 'de nosotros'.
En el idioma estonio, pariente cercano del finlandés, la tendencia es menos clara.
se puede responder simplemente con látjuk '[Nosotros] vemos', pues la conjugación definida hace que el pronombre de objeto sea superfluo.
En hebreo, los pronombres posesivos se tratan principalmente como adjetivos y siguen a los sustantivos que modifican.
Aunque el español es predominantemente un idioma pro-drop, no todos los contextos gramaticales permiten un pronombre elíptico.
Según la Real Academia Española, la expresión o elisión del pronombre sujeto no es aleatoria.
[25] Además, los siguientes ejemplos ilustran cómo los pronombres explícitos en español no están limitados por la morfología flexiva.
El pronombre nosotros puede estar presente o ausente, dependiendo de ciertas condiciones del discurso:[26][Nosotros] salimos.
Con respecto al parámetro de sujeto elíptico (PSE), este se analizará utilizando la frase 'Ella habla italiano'.
Dado este ejemplo, es importante tener en cuenta que las variaciones del portugués pueden diferir con respecto a sus características pro-drop.
Tanto en portugués brasileño como europeo, se omite el pronombre.
El español y el portugués modernos también destacan entre las lenguas romances porque no tienen pronombres específicos para complementos circunstanciales (argumentos que denotan circunstancia, consecuencia, lugar o manera, que modifican el verbo pero no están directamente involucrados en la acción) o partitivos (palabras o frases que denotan una cantidad de algo).
Si bien el inglés no es un idioma pro-drop, los pronombres de sujeto casi siempre se eliminan en oraciones imperativas (p.
[33] Lo más común es que se elimine el sujeto de la primera persona del singular.
Los pronombres relativos, siempre que no sean el sujeto, a menudo se eliminan en cláusulas restrictivas cortas: That's the man [whom] I saw.
El yagán, una lengua aislada de Tierra del Fuego en peligro crítico de extinción, no tenía ningún pro-drop cuando todavía se hablaba ampliamente a fines del siglo XIX, cuando se describió por primera vez gramaticalmente y se tradujeron textos al inglés y a otros idiomas.
El chino clásico exhibe una gran eliminación no solo de los pronombres sino también de cualquier término (sujetos, verbos, objetos, etcétera) pragmáticamente inferibles, lo que le da un carácter muy compacto al idioma.
Téngase en cuenta, sin embargo, que el chino clásico era un idioma escrito, y tal pérdida de palabras no es necesariamente representativa del idioma hablado o incluso del mismo fenómeno lingüístico.