Apoyadas o no en la hipótesis de Sapir-Whorf, se diseña el lenguaje con una filosofía en mente.
Así la escritora Suzette Haden Elgin diseñó el idioma láadan con el fin de colocar en vocabulario y gramática los conceptos y diferencias importantes para las mujeres, basado en la teoría de grupo mutado.
El Toki Pona de Sonja Elen Kisa (2001), está basado en el taoísmo y minimalismo.
Todas estas propuestas eran sistemas basados en clasificaciones jerárquicas de categorías descriptivas.
En 1855, el escritor británico George Edmonds modificó el sistema de Wilkins, dejando su taxonomía intacta, pero cambiando la gramática, la ortografía y la pronunciación del lenguaje en un esfuerzo por simplificar su lectura y escritura.