La presencia de la legión en el Oriente Medio está registrada hasta principios del siglo V.
Las legiones I, II y III Parthicae fueron creadas por Septimio Severo para su segunda campaña contra el Imperio Parto.
Después del éxito en esta campaña, la I Parthica, junto con la III Parthica, permanecieron en la región, en el campamento de Singara (Sinjar, Irak), en Mesopotamia, para reforzar el limes oriental frente a posibles ataques de los partos.
Los legionarios de la I Parthica fueron enviados a otras provincias como Licia, Cilicia y la Cirenaica.
En 360, la I Parthica defendió sin éxito su campamento contra un ataque de los Sasánidas; después de la derrota, la legión fue trasladada a Nísibis (moderna Turquía), donde permaneció hasta que la ciudad fue entregada por el emperador Joviano a los persas sasánidas en 363.