Lectisternio

Consistía en un festín o repetidos banquetes que en nombre y a expensas de la República se daban a las divinidades en sus templos mismos.

Se ponía una gran mesa con muchas camas o lechos en derredor de ella, cubiertos con los más ricos tapices y hierbas odoríferas sobre las cuales se colocaban las estatuas de los dioses invitados al festín.

Los particulares que asistían a estos banquetes dejaban sus casas abiertas y con entera libertad para que cada uno pudiera tomarse lo que quisiera ejerciendo entonces particularmente la hospitalidad con toda clase de gentes conocidas, desconocidas y extranjeras.

Al mismo tiempo cesaba toda especie de animosidad o resentimiento que se tuviese con cualquiera, paraban los pleitos, se ponía en libertad a los presos, etcétera.

Se conservan todavía algunas medallas que representan esta ceremonia expiatoria.

Lectisternio para Tique de una moneda de bronce de Alejandría.