El lechazo es la cría de la oveja que todavía mama.
El término "lechazo" es especialmente utilizado en el área de Castilla y León, Cantabria y la cuenca del Duero donde su IGP "Lechazo de Castilla y León" fija que no debe pesar más de doce kilos en el momento del sacrificio, no superar los treinta - treinta y cinco días de vida y una alimentación exclusivamente con leche materna.
[2] Las razas clásicas consideradas, son la Churra, Castellana y Ojalada.
[3] Son razas muy rústicas, perfectamente adaptada a las condiciones geográficas y climáticas de la tierra.
En el caso de la oveja churra y ojalada presentan una capa blanca con una pigmentación negra característica en las zonas distales de cabeza y extremidades.