Le voci bianche

Sin embargo, logra sobornar al cirujano que lo va a operar.El dúo Pasquale Festa Campanile-Massimo Franciosa —guionistas de Luchino Visconti y Mauro Bolognini—, en la opinión de Lorenzo Codelli, «construyen con Le voci bianche una espléndida sátira del siglo XVIII».«Originalidad del tema, profusión de inventiva guionista, extrema libertad de tono que evoca a Boccaccio, Maquiavelo y aún más Suetonio, estas diferentes cualidades se utilizan en una reconstrucción inconformista de un siglo libertino y feroz».(...) aún existen torturas voluntarias a las que nos sometemos para obtener el éxito en la vida, para quedar bien, para ser conformistas, para nuestra carrera, en virtud de la emulación o simplemente de la envidia.[2]​ Ottavio Jemma, escritor, guionista y colaborador habitual de Festa Campanile (aunque no en esta película), define Le voci bianche como «un retrato cáusticamente feroz de la Roma del siglo XVII, libertina e hipócrita, que prospera a la sombra del gobierno papal».