En ella pedía la disolución del movimiento, decisión que fue aceptada por su fundador.
En 1891, Papa León XIII, con la encíclica Rerum novarum, pidió a los católicos una mayor implicación y acción más decida en los asuntos sociales.
ambos eran católicos y, de algún modo, querían dar respuesta a esa llamada del Papa.
Los primeros años la revista tuvo una difusión relativamente reducida, pero en 1998 Marc Sanggnier fundó con ese mismo nombre, un movimiento político y religioso, con un ambicioso objetivo: reconciliar el movimiento obrero con el cristianismo.
Como solución pedía que los jefes actuales del movimiento dejasen las dirección de modo que se llevase a cabo un "fraccionamiento del movimiento en unidades diocesanas, subordinadas a los obispos, con el nombre de sillons catholiques",[4] una solución que finalmente no llegó a producirse, quedando disuelto el movimiento ese mismo año 1910.