Se ha mantenido en el repertorio gracias a su versión alemana «Der Postillon von Longjumeau».
Entonces oye a su esposo cantar su canción "habitual" con otros huéspedes de la posada, y queda impresionado por su bella voz.
En la noche de bodas, Madeleine aparece con sus antiguas ropas aldeanas y Chapelou la reconoce.
Después se transforma delante de él en Madame Latour, la rica heredera.
Ella revela su decepción al Marqués, en cuanto llega con la policía, y les explica su juego: la pareja se ha casado dos veces y jura desde ese día amarse como buena gente de pueblo.
Esto induce una afectuosa respuesta del coro para proporcionar un feliz final.