A él y a su hermano Olaus Petri, junto con el rey Gustavo I Vasa, se les considera los principales reformadores protestantes de Suecia.
Allí recibieron la influencia del luteranismo, y entre otras cosas se encontraron con el mismo Martín Lutero.
Magni tenía que ser ordenado por el papa en Roma.
Fue el último obispo, consagrando a Laurentius la sucesión apostólica se retuvo en Suecia.
Según el voto católico del celibato clerical, publicado en 1240, los clérigos no deben casarse.