Laura Vicuña

Las circunstancias de su muerte y su compromiso con la fe católica, le valieron la beatificación en 1988.

[6]​ Laura fue la hija mayor y fue bautizada en la Parroquia Santa Ana en Santiago, en la misma pila bautismal donde pocos años más tarde recibió similar sacramento Juanita Fernández Solar, santa Teresa de los Andes.

[7]​ En ese momento, Chile estaba en una crisis política que había desembocado, desde enero, en una guerra civil.

Claudio Vicuña, pariente lejano del padre de Laura, respondía al cuestionado presidente José Manuel Balmaceda, y fue elegido como su sucesor, pero no llegó a asumir.

Al terminar la guerra, la familia Vicuña fue perseguida, y José Domingo debió alejarse de Santiago.

[9]​[15]​ A los pocos meses cayó enferma de tuberculosis, empeorando su salud conforme avanzaba la infección.

Laura dijo al sacerdote Genghini que la asistía, y luego a su madre:

La misma congregación le encomendó la tarea a la madre Clelia Genghini, quien pasó varios años recolectando información acerca de su vida y obra.

En marzo de 1981 se allanó este último requisito en el Dicasterio romano.

[20]​ Esta religiosa estuvo afectada por problemas en sus pulmones, provocando que fuese bastante delicada de salud.

[21]​[22]​[23]​ En las faldas del Cerro Renca y ocupando 30 hectáreas, en la ciudad de Santiago, se encuentra emplazado el Santuario de Laura Vicuña, que posee una capilla con capacidad para 100 personas, salas para encuentros católicos y una amplia área para reuniones de grupos que se encuentren dispuestos a orar con Laura Vicuña.

Representación de Domingo Savio y Laura Vicuña, en la Basílica María Auxiliadora y San Carlos , Buenos Aires, Argentina
Estatua de Laura Vicuña en la iglesia de Junín de los Andes
Retrato tradicional de Laura Vicuña