Laura (monacato)

Esta palabra tiene un origen griego y significa "pasaje", "corredor" o "avenida" por estar las celdas usualmente alineadas.

Una comunidad de hasta 600 eremitas, que antes vivían dispersos por la zona, llegaron a vivir cerca unos de otros en esa área, con su propia iglesia y sacerdote y sólo teniendo relación con el resto del mundo para conseguir alimentos.

[1]​ A partir del siglo V, el término griego "laura" podía referirse específicamente a los asentamientos monásticos semieremíticos del desierto de Judea, donde las lauras eran muy numerosas.

Un sistema similar fue establecido por san Gerásimo en el valle del Jordán, con 70 celdas que rodean un cenobio.

Los sábados llevaban sus trabajos manuales al cenobio y recibían juntos la comunión, volviendo a sus celdas el domingo por la tarde.