Una lasca Levallois en sentido estricto es un producto de lascado obtenido por el método Levallois y se caracteriza por una morfología muy cuidada: la lasca debe ser simétrica, casi siempre más larga que ancha, oval, rectangular o, en el caso de las puntas, triangular.Esta definición es la que se considera propia de una lasca Levallois preferencial.[2] No todos los investigadores comparten esta idea, algunos defienden una visión purista del método Levallois y, por tanto, de sus productos, aceptando únicamente como tales las piezas de extracción preferencial, ya sean lascas, hojas (que, técnicamente, son equivalentes, cambiando sólo su morfología) o puntas Levallois cuya extracción, en cualquier caso, deja un negativo que sobrepasa sustancialmente la mitad de la cara de extracción.[4] Dado que el método Levallois es complejo y requiere una cantidad extra de trabajo, las lascas Levallois se consideran útiles aunque no tengan retoque o huellas de uso.Eso no impide que muchas veces aparezcan retocadas o sirvan de soporte a otros tipos líticos, por ejemplo los hendidores de «tipo 3» o las raederas, entre otras muchas posibilidades.
Lasca Levallois del método reiterativo centrípeto.