Las cuatro brujas

Aunque claramente erótico, aparece envuelto en llamas un pequeño demonio con cuernos y rostro animalesco, quizás representando la tentación,[5]​ en la puerta entreabierta de la izquierda, mirando y sosteniendo lo que puede ser un objeto de caza.

[8]​ La visión alternativa es que las mujeres representan diosas grecorromanas, tal vez Hécate, patrona de la magia negra, las plantas venenosas y los fantasmas, o su contraparte terrenal Diana.

Una pieza muy apreciada, existen numerosas impresiones originales, que se encuentran en varios museos importantes.

[7]​ Una interpretación común es que las figuras representan a Hécate, quien en la época grecorromana "a menudo se representa con tres caras o cuerpos, probablemente para sugerir que podía mirar en todas las direcciones en las puertas o cruces".

[23]​ Alternativamente, la mujer en el centro que lleva una corona vegetal puede representar a Discordia, la diosa romana de la lucha y la discordia, que arrojó una manzana entre Juno, Minerva y Venus, iniciando la Guerra de Troya.

El globo que cuelga sobre las figuras, probablemente una granada, símbolo de fertilidad pero también emblema de la diosa del inframundo Proserpina, está dividido en doce segmentos y contiene dos inscripciones; el año 1497,[3]​ con un número en cada faja, y las letras " OGH " - quizás significando "Odium generis humani" (en latín, Odio a la raza humana), o "Oh Gott hüte" (en alemán, Oh Dios no lo quiera) como sugirió en 1675 el historiador del arte y pintor alemán Joachim von Sandrart, u "Ordo Graciarum Horarumque" (en latín, Orden de las Gracias y las Horas).

Nicoletto da Modena (1490-1569) produjo una versión basada en la interpretación del Juicio de Paris, cambiando la inscripción en el globo a "Detur Pulchrior" (en latín, A la más bella), y omitiendo el diablo y los huesos.

[24]​ El artista austriaco Adolf Frohner (n. 1934) produjo una versión en la que se muestra a las mujeres con modernos sujetadores y ligueros.

Alberto Durero, El sueño del doctor , grabado, 1498-99. Este grabado asocia igualmente una figura desnuda con actividad diabólica.
Alberto Durero, Bruja cabalgando hacia atrás sobre una cabra , grabado, c. 1500.