[4][5][6][7][8][9][10] Para el evento cientos de actores y miles de turolenses y turistas se visten con atuendos altomedievales, muchos de ellos con rigor histórico,[5][11] también se instalan haimas de los diversos grupos que representan a la sociedad turolense del siglo XIII, puestos de comida, exposiciones, demostraciones de oficios y un gran mercado medieval, así como se engalanan las calles y se recrean actividades de la época trasladando la atmósfera de la ciudad al siglo XIII.
[4][1][3][12] El toro nupcial es un festejo taurino que forma parte de la recreación de la historia de los amantes desde su primera edición, simbolizando el rito medieval de la fecundidad consistente en correr un toro bravo por las calles de la ciudad, que dos días antes de los esponsales, el novio pedía que fuese traído a la ciudad, lo que se hacía debidamente enmaromado.
La maroma debía ser lo suficientemente larga como para que pudiese evolucionar a su conveniencia en un amplio espacio junto a la ventana de la casa de la novia, y para que así mismo el novio pudiera pasar su capa por el lomo del astado se le transmitiera la fecundidad del toro como rito de fertilidad.
[13] Lo que distingue este festejo de otros toros ensogados es que el animal lleva en la testuz una corona floral, y en un momento dado, se lanza la capa de Isabel a la plaza, se torea con ella y luego el Señor de Azagra se la vuelve a colocar para transmitirle la fuerza y el poder fecundador del toro.
[14] La Asociación Amigos de la Soga y la Baga de Teruel se encarga de conducir y controlar al toro en esta ceremonia.