Nicolas de Largillière

Tuvo una formación flamenca.

Estableció pronto una reputación como retratista, de colores brillantes.

Ocasionalmente produjo pinturas históricas, religiosas, paisajes y bodegones; su maestría técnica le permitía jugar con los objetos, los colores y la luz.

Sus retratos están cargados de una vitalidad y sensibilidad que hacen de él uno de los pintores más grandes del reinado de Luis XV y la Regencia.

Olvidado a la sombra de su amigo y rival Hyacinthe Rigaud, quien era el pintor de moda que atraía a la alta aristocracia, Largillière merece ser recordado como uno de los grandes pintores del arte francés.

Autorretrato familiar , 1730, Louvre .
María Ana Victoria de Borbón y Farnesio , 1724, Prado .
retrato del príncipe William Hyacinth .