Los dioses permitieron a Protesilao salir del Hades y regresar al mundo de los vivos, pero solo durante tres horas.
Transcurridas éstas y ante la enorme pena que la embargaba, Laodamía se suicidó apuñalándose.
Cuando su padre Acasto la encontró besando y abrazando a la estatua, mandó que la destruyeran.
Laodamía se arrojó a una pira por desesperación o para encontrarse con su marido ya en el mundo de los muertos.
Este mito dio lugar a una tragedia del polaco Stanisław Wyspianski.