La profundidad, en condiciones de llenado normales, no supera los 2 metros.
En el siglo XVI se construyó una presa para elevar su capacidad de almacenamiento y así sacar más rendimiento en el riego.
Las características del terreno, muy seco y con elevado índice salino, hacían que los rendimientos agrícolas fueran muy pobres por lo que se abandonó el proyecto de destrucción de este importante humedal navarro.
En 1987 se incorpora el espacio a la red de Espacios naturales protegidos de Navarra[1] como Reserva Natural, RN 27, y se realizó la delimitación del territorio protegido.
Entre los años 1991 y 1996 se delimitó la banda de protección del humedal.
Destaca el avetoro, la garza real e imperial, aguilucho lagunero, gansos, barnacla cariblanca, ansarón, patos...