Durante su infancia Ladislao fue testigo directo de la relación tensa entre su padre Esteban V y su abuelo Béla IV, presenciando en muchas ocasiones hechos que probablemente lo afectaron permanentemente.
Esteban reinó con mano de hierro, pero los procesos ya en avance no pudieron ser detenidos, el poder real se hallaba muy debilitado.
De esta forma, Hungría se vio sumida en una guerra civil entre familias nobles durante varios años, hasta que los Gutkeled y los Kőszeg fuerond desplazados paulatinamente.
Esta resultó ser la ocasión perfecta para que el reino húngaro se aliase con los germánicos y de esta manera recuperase los territorios recientemente perdidos.
No obstante, Ladislao IV solo llegó hasta la ciudad húngara de Sopron, cuando Otakar juró lealtad a Rodolfo y el conflicto se vio solucionado.
Luego de que en 1278 llegasen sacerdotes a Hungría como enviados de Roma, trayendo un comunicado en el que se reducía el poder del rey, Ladislao IV rompió lentamente con la Iglesia y en 1284 se mudó a vivir con los cumanos en sus campamentos.
[9] Hungría no había sufrido tales desastres desde 1241, cuando el rey Béla IV fue derrotado y obligado a huir por los mongoles, causando la destrucción de casi todo el reino.