También puede ser un aula o dependencia de cualquier centro docente.
Si se llega a sobrepasar este último valor, la humedad puede afectar al laboratorio.
Utilizan las metodologías de diversas disciplinas como la bioquímica, hematología, inmunología y microbiología.
En el laboratorio clínico se obtienen y se estudian muestras clínicas, como sangre, orina, heces, líquido sinovial (articulaciones), líquido cefalorraquídeo, exudados faríngeos y vaginales, entre otras.
En este laboratorio se estudia el comportamiento de los usuarios ante aplicaciones informáticas, como por ejemplo una página web.
Un laboratorio escolar es un entorno muy distinto a un aula normal pues requiere de material, medios e instalaciones adecuadas.
La legislación española regula ampliamente estos espacios; que deben ser más amplios que un aula ordinaria, de fácil circulación por su interior, con al menos dos puertas y con luz y ventilación natural.
Los reactivos químicos se almacenarán bajo llave en armarios metálicos en salas anexas al laboratorio.
La pauta básica de actuación (“PAS”) requiere proteger, avisar y socorrer.
Los peligros de laboratorio pueden incluir venenos; agentes infecciosos; materiales inflamables, explosivos o radiactivos; maquinaria en movimiento; temperaturas extremas; láseres, campos magnéticos intensos o alta tensión.
[1][2] Existen normas para minimizar el riesgo individual, y se utilizan equipos de seguridad para proteger a los usuarios del laboratorio de lesiones o para ayudar en la respuesta a una emergencia.
Además, también se recurre a la revisión por terceros para obtener una "visión externa" objetiva que proporcione una nueva visión de las áreas y los problemas que pueden darse por sentados o pasarse por alto debido a la costumbre.
La formación es fundamental para el funcionamiento seguro y continuo de las instalaciones del laboratorio.
Se hacen esfuerzos para garantizar que los vídeos sobre seguridad en el laboratorio sean pertinentes y atractivos.