laboratorios de investigación, y plantas piloto, donde se trabaja con gases contaminantes.
El principio es el mismo para ambos tipos: el aire es aspirado desde la parte frontal (abierta) de la caja para diluir y retirar los gases con los que se trabaja.
Ese aire mezclado puede ser expulsado fuera del edificio a un lugar seguro por extractor/ventilador o recirculado en el laboratorio tras su paso por el filtro.
[5] Todos estos dispositivos abordan la necesidad de controlar las sustancias peligrosas o irritantes que se generan en el aire habitualmente o se liberan dentro del propio dispositivo de ventilación local.
Otras funciones secundarias de estos dispositivos son la protección contra explosiones, protección ante salpicaduras, la contención de derrames y otras funciones necesarias para el trabajo que se realiza dentro del dispositivo.
La terminología para los dispositivos de ventilación local ha sido y sigue siendo poco clara e inespecífica.
Debe prestarse atención a cuáles de los objetivos antes especificados se cubren en cada caso.
Como son necesarios diferentes filtros para los diferentes materiales, las campanas de extracción con recirculación sólo deben utilizarse con un estudio previo que certifique el uso seguro según el peligro (productos químicos utilizados, procesos de trabajo, tiempos, concentración, etc.).
Las campanas de extracción con recirculación, con filtros dedicados (específicos para un único producto) pueden no ser adecuadas para aplicaciones de investigación, ya que los materiales utilizados o generados en esta actividad, pueden cambiar o ser desconocidos.
Un filtro principal por lo general tendrá una duración de aproximadamente dos años, dependiendo del uso.
El aire es eliminado del área de trabajo y se dispersa en la atmósfera.
Los conductos de la campana debe ser ejecutados en polipropileno o revestidos internamente con PTFE (Teflón).
Los productos químicos son arrastrados hacia un sumidero, que a menudo se llena con un líquido neutralizante.
Para garantizar la seguridad laboral del operario, evitar ambientes potencialmente tóxicos y/o explosivos y minimizar el impacto ambiental, es necesaria la validación periódica de la vitrina y el control del correcto funcionamiento de los distintos componentes.
Los aspectos a evaluar recomendados por las distintas normas, nacionales e internacionales son: Inspección eléctrica.
En cambio, un mantenimiento deficiente tendrá resultados opuestos aumentando la incertidumbre sobre el impacto en la salud de los operarios que realizan el trabajo diariamente.