Al explotar las tecnologías de la información y la comunicación, el colaboratorio permite a los investigadores trabajar juntos en un mismo proyecto, aunque se hallen muy lejos unos de otros.
El colaboratorio ha facilitado la aceleración de investigaciones que, si se hubieran efectuado por separado, habrían hecho perder un tiempo precioso a la comunidad científica y ocasionado duplicaciones estériles de tareas.
Ya que la posibilidad de dar o recibir datos, información y conocimiento es permanente, a cualquier hora y desde cualquier lugar que exista conexión a la red.
Este espacio virtual de innovación es el entorno propicio para que se genere la intercreatividad, concepto propuesto por Tim Berners Lee.
[4] El principio fundamental del colaboratorio es comprender la regla de la reciprocidad en la que se puede utilizar cuantas veces se quiera la información de otro autor, siempre y cuando no se haga un uso comercial de ella y siempre que se haga referencia al autor de los contenidos.