Labilidad
Esto puede permitir la rápida síntesis y degradación de sustratos en el sistema biológico.Por ejemplo, una proteína lábil al calor es aquella que se puede cambiar o destruir a altas temperaturas.[7] La calidad y cantidad del material disponible para los descomponedores es otro factor importante que influye en la velocidad de descomposición.La celulosa y la hemicelulosa, que se descomponen más lentamente, son "moderadamente lábiles".Los compuestos que son más resistentes a la descomposición, como la lignina o la cutina, se consideran recalcitrantes.Los compuestos más lábiles se descomponen rápidamente, dejando una proporción creciente de material recalcitrante.Las paredes celulares microbianas también contienen materiales recalcitrantes como la quitina, y estos también se acumulan a medida que los microbios mueren, reduciendo aún más la calidad de la materia orgánica del suelo más antigua.[8] Junto con la materia orgánica disuelta, la Materia orgánica particulada (MOP) impulsa la red alimentaria acuática inferior al proporcionar energía en forma de carbohidratos, azúcares y otros polímeros que pueden degradarse.Cada fuente de MOP tiene su propia composición química que afecta su labilidad o accesibilidad a la red alimentaria.