La novela está escrita en primera persona, y es una narración tradicional en cuanto a andadura y recursos expresivos, que se desarrolla parcialmente en una Ávila no "protegida" por sus murallas, sino "encerrada" por ellas.
La primera parte describe la vida del protagonista y narrador, Pedro, cuando es niño.
Es huérfano y se encuentra en una situación difícil ya que su tío lo deja a cargo de un maestro, don Mateo Lesmes.
En la segunda parte, el protagonista se ha convertido en marino después de haber estudiado en la universidad.
Finalmente, el desenlace de la novela implica un retorno inevitable al pesimismo anterior.