Inusualmente la instrumentación de esta obra se muestra muy vivaz: Salieri incluyó en la partitura entre otros numerosos efectos musicalmente descriptivos y pasajes instrumentales extensos y sorpresas empleando por primera vez en la historia de la música tres timbales cuando lo habitual eran solo dos.
Cada episodio del poema, aunque comienza de manera épica, termina en un divertido absurdo.
[1] Después del estreno vienés en el año 1772, la obra se puso en escena en Mannheim (1774), Dresde (1775) y en Modena (1787).
Una posterior y más moderna partitura para el libreto, revisado por Renato Simoni, lleva la firma de Giulio Ricordi, bajo el seudónimo de Jules Burgmein, en el año 1910.
Aparte la obertura y un aria de la ópera (cantada por la mezzosoprano Cecilia Bartoli) están disponibles comercialmente en CD.