La rebelión de los pupilos

Debido a que tienen grandes pérdidas, el Clan terrestre defiende de forma efectiva su reclamación legal sobre el planeta según la puntillosa ley Galáctica.

Algunos humanos y neo-chimpancés mueren a causa del gas mientras se encuentran en ruta a las bases Gubru para recibir el antídoto; los supervivientes humanos son recluidos en las islas y aislados de la población chimpancé del continente.

La combinación de su “lobezna” ingenuidad y la diplomacia galáctica les permiten infligir daños relevantes, tanto psicológicos como físicos, a los Gubru.

Los dos embajadores aterrizan sanos y salvos, pero tienes que recorrer muchos kilómetros para volver a la civilización.

Esperando sorprender a Kault con una elaborada y última broma, Uthacalthing instruye secretamente a un furtivo neo-chimp para crear falsas evidencias de la existencia de los Garthlings —una mítica raza pre-sintiente que habría sobrevivido al holocausto Bururalli.

Algunos de los principales personajes neo-chimpancés son finalmente forzados a elegir entre seguir los representantes legales de los supervivientes del Gobierno Planetario, o seguir a sus líderes originales, Robert Oneagle y la Tymbrimi, Athaclena.

Al final la broma de Uthacalthing tiene más éxito del que habría podido soñar.