La muerte y la brújula

El relato se sitúa en una ciudad que, pese a los nombres en otras lenguas, evoca las características topográficas y culturales de Buenos Aires.

La obra fue llevada al cine en la película estadounidense, filmada en México, Death and the Compass (1996), dirigida por el británico Alex Cox.

El primero de ellos se relaciona con un erudito jasídico, Marcelo Yarmolinsky, quien ha concurrido a un congreso judío.

El primero, en efecto, piensa en un robo fallido (el asesino quiso robar a otro congresal judío, dueño de famosos zafiros), en tanto que Lönnrot prefiere pensar en una explicación vinculada con el misticismo judío; en especial por cierto texto incompleto encontrado en la habitación del occiso.

[1]​ El segundo aspecto relevante se refiere a la religión y el misticismo judío, el cual es el intertexto fundamental del cuento.

[2]​ Este relato suele ser mencionado como el ejemplo más claro de la manera en que Borges modifica y hasta subvierte las tradiciones literarias.

Jorge Luis Borges en 1951.