La llamada de la selva (libro)
Una vez en su destino es entregado a un comerciante de perros conocido solo como el "hombre de chaqueta roja", quien libera a Buck para que lo ataque; este hombre enseña a Buck la "ley del garrote y el colmillo", peleando directamente con el enfurecido perro usando un garrote y golpeándolo cada vez que intenta atacarlo hasta que Buck queda inconsciente sin haber sido capaz de tocarlo siquiera y comprendiendo su superioridad, solo tras esto el hombre se muestra amable y lo alimenta.Aquí surgieron problemas con Dave, a quien los extensos viajes le pasaron cuenta comprometiendo su salud.Tras llegar a la ciudad de Skaguay, el equipo canino estaba en pésimas condiciones; en menos de cinco meses habían recorrido cuatro mil quinientos kilómetros, los últimos tres mil con sólo cinco días de descanso y para cuando llegaron apenas podían mantenerse en pie por lo que el mestizo, quien debe continuar su labor, los reemplaza con un nuevo equipo.Tres días después, el equipo es vendido a un hombre llamado Hal quien, teniendo una visión poco realista de la fiebre del oro del Yukón, viajó al territorio junto a su hermana Mercedes y Charles, el esposo de ésta para hacer lo que ellos creen que será una fortuna fácil y rápida.Un día llegan a la orilla de un lago congelado que pretenden cruzar, en el lugar se encuentra un hombre llamado John Thornton, un explorador a quien sus amigos Pete y Hans construyeron una cabaña allí para que pasara el invierno y se recuperara después de casi perder los pies por congelamiento.Thornton nota el mal estado de los perros y advierte al trío que no se debe cruzar el lago ya que el deshielo primaveral se encuentra muy avanzado; sin embargo, no le hacen caso y cuando Hal comienza a golpear a Buck porque éste se encuentra demasiado débil para moverse, Thornton le propina una golpiza y le quita al perro.La hazaña más notable sin embargo fue cuando un hombre llamado Matthewson apostó primero mil y luego subió otros seiscientos dólares a Thornton si Buck podría arrastrar cien yardas sin ayuda un trineo cargado con mil libras de equipo sobre suelo congelado que había atrapado los patines de vehículo, hazaña imposible para ningún perro ya que los más notables en casos extremos podían mover cuatrocientas libras por un par de metros.Sin embargo, John de forma descuidada había alardeado y no le quedaba más que encarar las consecuencias.Durante meses, Buck se dedica a vivir en la naturaleza volviéndose día a día más un animal salvaje y menos un perro doméstico, al punto de ser capaz incluso de cazar y matar un alce adulto sin ayuda tras pelear con él por cuatro días sin descansar.Sin embargo, todos los veranos, en la fecha que Thornton murió, Buck visita el campamento donde muestra sus respetos a su memoria y aúlla por todo un día, pues nunca olvidará por completo al dueño que tanto amaba.